En el año 2020, el director de cine Albinas Kirkilas filmó este cortometraje en inglés titulado ‘Life Trip’ en el que usó mi composición de piano ‘Rebirth’ como fondo musical.
‘Life Trip’ trata de un hombre de treinta y tantos años que se da cuenta de que no logró la mayoría de sus sueños. Él está buscando una manera de hacer frente a sus expectativas. Esta historia me inspiró a escribir lo siguiente:
La juventud normalmente está acompañada de grandes sueños. Las altas expectativas prevalecen, acompañadas de una emoción por los años que están por venir. ¿Quién no imaginó alguna vez ser una persona reconocida con notables logros? Esos sueños, aunque podrían ser difíciles de alcanzar, parecían no asustarnos, sino por el contrario, nos impulsaban a buscar respuestas, ser curiosos y nos llenaban de ilusión. Muchos pensamos que ¡Nuestra vida de adulto será sin duda excitante y llena de experiencias maravillosas! Sin embargo, de pronto, en lo que parece un abrir y cerrar de ojos, despertamos en un cuerpo que ha acumulado años, viviendo una vida monótona, sin ninguna motivación especial, ni grandes logros. Nuestra vida es tan distinta a como una vez la imaginamos que casi no reconocemos a ese joven soñador. ¿A dónde se fue el tiempo? ¿Cuándo dejamos de soñar? Estas preguntas abren la puerta a la culpa, la decepción y la tristeza; no obstante, reflexionar al respecto puede darnos respuestas importantes.
El pasar del tiempo es parte esencial de la vida. Pensar que este ha sido el causante de alguno de nuestros males es simplemente un sinsentido. Nuestro presente es el resultado de la suma de decisiones que hemos tomado desde la juventud hasta este momento. Si fueron decisiones provechosas o no, nuestro presente habla. Es decir que, si hoy no somos la persona que quisiéramos y el camino es contrario a lograrlo, es tiempo de examinar nuestro pasado. ¿En qué invertimos la mayor parte de nuestro tiempo hasta ahora? Es probable que la falta de consciencia sobre la importancia del tiempo y su gestión haya permitido que los ladrones del tiempo tomaran las riendas de nuestra vida. Estos no son más que distractores que brindan recompensas inmediatas a cambio de nuestro tiempo y que nos invitan a procrastinar las actividades que realmente aportarían a nuestro desarrollo. Entre ellos se encuentra el alcohol, las drogas, el uso excesivo de redes sociales, pornografía, placeres banales y muchos más. Estas actividades resultan ser adictivas debido a las hormonas satisfactorias que segrega nuestro cuerpo al realizarlas. En consecuencia, dan una ilusión de falsa felicidad mientras derrochamos nuestro tiempo; y de esta manera, nuestros sueños terminan nublados por trivialidades que debilitan nuestra autoconfianza y capacidad de autorregulación.
Aceptar nuestra responsabilidad en lo que hemos logrado y también en lo que no, es crucial. Ese tiempo vivido no volverá, sin embargo, aprender de él sí que tiene valor en nuestro presente. ¿Qué puedo hacer hoy diferente que influya positivamente en mi presente y mi futuro?
Cambio de Hábitos. Un Nuevo Despertar
Los sueños jóvenes sin planificación y disciplina son ilusión desvanecida. Para que un sueño se pueda convertir en un objetivo requiere de esfuerzo, dirección y una sucesión de decisiones enfocadas en esa dirección. Cada día tienes la opción de pensar que “ya es demasiado tarde” o de ponerte en marcha. Hoy eres la versión más joven de ti mismo por el resto de tu vida, así que aprovecha tus capacidades. Eres el responsable de tu tiempo y por ende de los resultados obtenidos. Bajemos el volumen del ego que nos paraliza y lleva nuestra mente al futuro en forma de ansiedad y al pasado en forma de culpa y arrepentimiento. No cambies el sueño, cambia tu actitud y hábitos.
Se requiere de visión, autovaloración y disciplina para mejorar. Con esto no puedo garantizar que alcanzarás todo lo que de niño soñaste, pero sí, que tendrás una vida provechosa, libre de culpa y llena de satisfacción de dar lo mejor de ti y utilizar tu tiempo sabiamente. En unos años, si así lo decides, podrás ver ese tiempo de distracción como un gran maestro que te ayudó a retomar el camino.
Y sí, comenzar de nuevo puede resultar difícil, pero más pesa el darse por vencido. Abracemos esos sueños jóvenes y convirtámoslos en objetivos adultos acompañados de motivación y disciplina para lograrlos. Ábrete a vivir con sus aciertos y desaciertos. No importa qué edad tengas, hoy tienes tu presente. Tus acciones diarias serán pequeños pasos hacia tu meta o más desviaciones en el camino. Aligera tu carga del pasado, aprende de él y sigue adelante.
“Tu vida no mejora por casualidad, mejora por el cambio”. - Jim Rohn